- Un hombre acude a una pensión regentada por un anciano chino. El
hombre toma una habitación por una noche y el anciano le advierte que
está solo con su nieta, y que si a la muchacha le ocurriera algo durante
la noche, le aplicaría los tres castigos chinos. El hombre le asegura
que él no viene con ganas de líos con nadie y se va tranquilamente al
comedor. Una vez allí, le sirve la cena una chinita preciosa de 17 años
que no deja de insinuarse todo el tiempo. El hombre, esa noche, decide
probar suerte con la muchacha, y ella le recibe de muy buen grado en su
habitación y LO HACEN !.
A la mañana siguiente, el hombre se despierta en su cama con una gran piedra sobre el pecho. Pegada a ella, una nota decía:
" PLIMEL CASTIGO CHINO: Loca soble pecho"
El hombre se echa a reír pensando que si esos eran los famosos castigos, ha valido la pena correr el riesgo, y arroja la piedra por la ventana. Cuando la está viendo caer se da cuenta de que tiene atado un cordel. En el marco de la ventana, ve otro cartel:
" SEGUNDO CASTIGO CHINO: Loca atada a huevo delecho"
El hombre, para su desesperación, ve que la nota es cierta y que la cuerda se tensa cada vez más a medida que la piedra se acerca al suelo, y sin pensárselo dos veces se arroja por la ventana, decidiendo que es mejor romperse un par de huesos que perder un testículo. A medida que se acerca al suelo, ve otra nota sobre la acera:
" TELCEL CASTIGO CHINO: Huevo izquieldo atado a pata de la cama......"